EL PARADIGMA DEL ALUMNO PERFECTO
A lo
largo de mis años como entrenador de competición en diferentes
ámbitos y circunstancias he podido trabajar con multitud de
jugadores, todos con sus particularidades, pero a menudo existen una
serie de patrones o perfiles que se repiten. Como entrenadores
podemos aprender de las experiencias, si lo hacemos podremos ser más
eficaces la próxima vez.
Uno de
los perfiles que más me ha llamado la atención es lo que llamo el
"paradigma" del alumno perfecto, es uno de los casos que
más atención y análisis me ha llevado durante estos años.
Analicemos, ¿Cómo se comporta un alumno perfecto?
- Carácter personal
- Es una persona responsable y bondadosa, es incapaz de hacer daño, no tiene odios.
- Son excelentes en sus resultados académicos.
- No se saltan ninguna tarea, serie o repetición.
- Alta atención ante las explicaciones de superiores.
- Se marcan metas altas.
- Relaciones sociales
- Son capaces de sacrificarse por el grupo anteponiéndolo a su interés personal.
- Son introvertidos en el inicio de sus relaciones personales, no se abren a cualquiera.
- Les impone la presencia del líder, buscan hacer lo que él esperaría de ellos
- Huyen de las disputas y se alejan de los focos de problemas
Hasta
aquí podríamos decir que son todo ventajas, los problemas vienen
cuando nuestro "alumno perfecto" pasa al terreno
competitivo, es aquí donde encuentra su frustración, podríamos
citar las siguientes características comunes que se dan en la
competición.
- Perfil de competición
- Les cuesta hacer jugadas "de mano", dejadas, cortados...
- Tienen dificultades para cerrar jugadas
- Poco creativos, patrón repetitivo
- Baja capacidad para acelerar golpes y/o jugadas
- No "disfruta" los éxitos o victorias, lo que consigue no lo valora, sabe a poco
¿Cómo
un jugador con estas características tan buenas para el trabajo no
sea capaz de plasmarlo en juego y resultados durante la competición?
¿Estoy haciendo algo mal? ¿Cómo puedo ayudar? Es una situación
dura, pues son los alumnos que más se merecen los éxitos por su
respeto y dedicación pero no gozan de esa facilidad para "crecerse"
en las situaciones de máxima exigencia para ellos.
Para
poder comprender y ayudar a resolver este "paradigma" hemos
de sentir y pensar como este alumno del que hablamos, por tanto vamos
a meternos en su discurso interno con algunos de los pensamientos que
pueden llegar a tener:
"Soy un estudiante brillante, si quiero un 10 voy a por ello y lo saco, por tanto si en el tenis busco un 10 puedo conseguir ese 10" |
Ellos equiparan el entreno = estudio y examen = partido. Por tanto piensan: "Si entreno para 10, jugaré de 10". Lamentablemente aquí no hay una materia cerrada sobre la que examinarte, el tenis es abierto, cambiante y sobre todo tienes un rival al que no puedes controlar. Por tanto es una situación que los genera mucha controversia, ya que consideran que pese a que lo estudian todo no se aproximan al nivel que desean, recordemos que eran alumnos muy exigentes, de metas muy altas, no aceptan menos de lo que pueden dar, para ellos solo hay una calificación FRACASO. |
"No me salto ninguna serie, hago todo lo que mandan mientras que otros compañeros o rivales no son tan constantes pero después compiten mucho más sueltos que yo" |
Retomaremos
donde lo hemos dejado, en sentimiento de fracaso, ese sentimiento
los hace nublar todo lo bueno que hacen y solo son capaces de ver
lo que les falta por mejorar, por ello pierden su
"auto-reconocimiento" que es básico para alimentar la
confianza interna en uno mismo que es determinante en la situación
de enfrentamiento que se da en la competición.
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"Entreno mucho mejor que compito, no logro dar el nivel del entreno en el partido", "Disfruto entrenando pero sufro compitiendo" |
El
entreno para ellos es una situación motivante, les gusta mejorar
y aprender. Al estar en un contexto más cerrado y con menos
incertidumbre que la competición se sienten más seguros y
generan su mejor versión de juego. Pero a la hora de competir
notan que salen de su zona de confort y que pierden el control de
la situación, tienen cierto "temor" a que va a pasar y
eso les provoca un exceso de tensión en su cuerpo, que afecta a
su juego en tres facetas:
|
"No logro cerrar jugadas durante el partido, me cuesta acelerar la mano" |
Como
ya dijimos se trata de alumnos con buenos patrones técnicos que a
priori pueden realizar estos tiros definitivos que buscamos, pero
¿entonces qué ocurre?. Recordemos que son jugadores muy
responsables, personalmente muy cautos, fieles a un orden. Por
tanto durante las jugadas al encontrarse tensos no pueden acelerar
sus golpes, sienten que si lo hacen descontrolaran y para ellos
perder el control recordemos que es lo peor que pueden sentir.
|
En
los entrenos pueden darse ya los primeros síntomas de la situación
que analizamos, el alumno ha hecho todo el entreno perfecto pero en
la parte final donde hay puntos o partidillos de entreno le vienen
las dudas, comienza a pensar: ¿Dónde está lo entrenado?
- NUNCA llegarán a dominarlo todo, deben convivir con sus debilidades, aceptarlas y tratar de buscar otros recursos.
- SIEMPRE van a sentir inquietud a la hora de competir, no han de enfocarse en que no les pase, si no en qué hacer cuando eso pase
- Deben aprender a dibujar en su cabeza escenarios "incómodos" de competición y visualizar cómo los enfrentarían les puede ser de mucha utilidad para tener preparadas herramientas de respuestas.
ORIENTACIONES
PARA EL TRABAJO
- Aprender a trabajar por objetivos, aprovecharemos su interés por ser brillantes y excelentes, no vamos a evaluar el partido al terminar, sólo valoraremos aquellos objetivos que el jugador así mismo previamente se ha auto-impuesto. Por tanto le estamos planteando la siguiente situación: ¿Qué es lo que te falta? ¿Qué no te hace sentir incómodo de tu juego? Y así enfocar el partido como un entreno de capacidades (estudio) y no como un examen, les damos algo que evaluar que solo depende de ellos, por tanto entran dentro de su zona de control.
- Saber crear auto-reconocimiento. Para ellos las cosas que consiguen son insignificantes, no tienen apenas valor, piensan que es lo normal, lo mínimo que han de hacer. Sin embargo focalizan toda su atención en sus defectos obsesionados por mejorarlos. En las charlas post-partido debemos guiar la conversación para que busquen sobre todo que cosas han hecho bien. Los defectos los podremos corregir o no, pero siempre podremos potenciar los puntos fuertes y eso potenciará su propia imagen.
- Promover el desarrollo imaginativo del jugador, durante todo el entreno, pero en especial en las tareas más cerradas, en las que les daremos libertad para cuando ellos quieran poder cambiar (por ejemplo la dirección de bola) que el entrenador había marcado. Además así rompemos ese sentimiento de siempre hacer lo que se supone que han de hacer y pueden experimentar sus límites por su propia cuenta ganando así en auto-confianza.
- Crear situaciones inesperadas para ellos en los entrenos, romper la lógica de lo que ellos esperan, plantearlos un guion y no cumplirlo, ejercicios que les suponga dificultad... Con ello les romperemos todas las ideas y planes que ellos crean en su cabeza para tener el control de la situación, así reproduciremos el momento de la competición donde ellos pierden el control.
Pero...
¡no todo son malas noticias! ¡No lo olvides, tienes al alumno
perfecto! Puede que se venga abajo después de competir, por no
alcanzar sus expectativas, pero son perseverantes, no se rinden y
volverán a intentarlo aunque les duela y si hay algo que el tiempo
nos ha enseñado es que cualquier deporte es una carrera de fondo y
que solo con constancia se puede llegar lejos. ¡Ánimo!
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